La red social Facebook es utilizada por decenas de millones de personas. En algunos casos, la ayuda de amigos en línea puede ser muy útil. Un ejemplo de esto fue el caso reciente en el que uno de los usuarios ayudó a hacer un diagnóstico preciso de un niño enfermo.
Evan Owens, de cuatro años, tenía convulsiones frecuentes y los médicos no pudieron diagnosticar la enfermedad. Algunos días, el niño tuvo hasta 17 convulsiones; habló sobre el hecho de que durante un ataque sus ojos se oscurecen, se escucha un zumbido en sus oídos. Desesperada, la madre del niño grabó otra convulsión de su hijo en un video y publicó el video en Facebook pidiendo ayuda para diagnosticar la enfermedad de su hijo.
Afortunadamente para la mamá y el niño, uno de los internautas pudo hacer el diagnóstico correcto, lo que sugiere que el niño sufre una convulsión anóxica refleja. Por lo general, es causado por dolor o miedo, y el oscurecimiento de los ojos y el tinnitus son el resultado de un suministro inadecuado de oxígeno al cerebro durante una convulsión.
Luego de recibir el presunto diagnóstico, los padres llevaron a Owen al Wells University Hospital, donde los médicos confirmaron el diagnóstico. Esta enfermedad es muy rara, por lo que los médicos tienen problemas con su diagnóstico. Los médicos tranquilizaron a los padres del niño: según ellos, las convulsiones pueden terminar por sí solas cuando Owen crezca un poco.
Vale la pena señalar que está lejos de ser la primera vez que los usuarios de Facebook ayudan a hacer un diagnóstico correcto. Gracias a una gran audiencia, entre la que hay muchos médicos con amplia experiencia, es posible diagnosticar correctamente la enfermedad incluso en casos muy difíciles. No hace mucho, por ejemplo, uno de los visitantes de la red ayudó a los padres de un niño cuya foto vio accidentalmente en una de las páginas de Facebook. Según la forma característica de la cabeza del bebé, la mujer sugirió que tenía una enfermedad rara: la trigonocefalia.
Los padres del niño ni siquiera asumieron que estaba enfermo, pero sin embargo acudieron a los médicos, confirmaron el diagnóstico. La detección oportuna de la enfermedad aumenta significativamente las posibilidades de recuperación, por lo que la ayuda fue extremadamente útil. Curiosamente, muchos médicos habían visto al niño antes, pero ninguno de ellos notó ningún signo de la enfermedad.