Si su sistema operativo no puede reconocer este o aquel archivo, entonces esta puede ser una de dos explicaciones. Primero, el nombre del archivo tiene una extensión que no está asignada a ninguno de los programas instalados en la computadora. En segundo lugar, el programa que debería procesar archivos con esta extensión no conoce el formato utilizado para escribir los datos.
Instrucciones
Paso 1
Lo primero que debe hacer para reconocer el formato de archivo es averiguar su extensión. De forma predeterminada, el Explorador de Windows no muestra extensiones. Para cambiar esta configuración del sistema operativo, presione la combinación de teclas WIN + E (Latin R) para iniciar el Explorador, abra la sección "Herramientas" en su menú y haga clic en el elemento "Opciones de carpeta". Esto abrirá la ventana de configuración, en la que debe hacer clic en la pestaña "Ver" y en la parte inferior de la lista "Parámetros adicionales", desmarque el elemento "Ocultar extensiones para tipos de archivos registrados". Por si acaso, desmarque la casilla junto a "Ocultar archivos protegidos del sistema" y marque la casilla junto a "Mostrar archivos y carpetas ocultos". Haga clic en el botón Aceptar para confirmar los cambios.
Paso 2
Ahora, al mirar el archivo problemático en el Explorador de archivos, debería poder ver su extensión. Por esta misma extensión, debe identificar la aplicación que debe manejar el procesamiento. Es posible que lo sepa; por ejemplo, puede ser un archivo de algún formato de video, que debe ser reproducido por el reproductor de video instalado en el sistema. En este caso, lo más probable es que la causa del problema sea la ausencia de un códec necesario para reproducir este documento en particular. La información sobre el formato, códecs y programas que pueden reconocer archivos con esta extensión debe buscarse en sitios de Internet especializados. Por ejemplo, open-file.ru, formatos.ru, filetypes.ru, etc.
Paso 3
De esta manera, determinará el programa o códec necesario para trabajar con un tipo de archivo que su sistema operativo no puede reconocer. Todo lo que queda es encontrarlos en la red, descargarlos e instalarlos. O viceversa: rechace utilizar un tipo de archivo tan problemático.