Muchos empleados y gerentes de pequeñas empresas tienen dificultades para elegir software. Está lejos de ser siempre posible encontrar la combinación ideal de calidad del producto y el precio que tiene que pagar por él.
Instrucciones
Paso 1
El debate sobre qué software (de pago o gratuito) es mejor usar se ha estado desarrollando durante mucho tiempo. Cada uno debe decidir por sí mismo qué es realmente más importante para él. No asuma que los programas pagos tienen una gran cantidad de ventajas y no tienen ninguna desventaja. Este no es siempre el caso.
Paso 2
Elija varios programas que sean adecuados para las tareas que necesita. Estudie sus rasgos con detenimiento. Muchos proveedores de software de pago ofrecen pruebas de evaluación. Descargue la versión "de prueba" del programa e intente trabajar con él. Quizás en un par de semanas estará listo para pagar la oportunidad de seguir trabajando con esta utilidad.
Paso 3
Estime la carga en el sistema creado por el programa. La desventaja de algunos programas pagos poderosos es que tienen un montón de funciones innecesarias. Por ejemplo, Microsoft Office tiene una amplia gama de funciones. Al mismo tiempo, el usuario medio utiliza solo las utilidades World y Exel. Su funcionalidad se reemplaza fácilmente por el programa Open Office, que se distribuye de forma gratuita.
Paso 4
Otro aspecto negativo del uso de software de pago de alta calidad son los altos requisitos del sistema. La mayoría de las utilidades gratuitas pueden funcionar de manera estable incluso en computadoras débiles de "oficina". Considere si está listo para comprar nuevas PC para ejecutar las aplicaciones que desea.
Paso 5
Un inconveniente importante del software libre es la falta de soporte técnico. Para trabajar con algunas aplicaciones, es extremadamente importante poder obtener ayuda a tiempo con su configuración. Naturalmente, esta es una gran ventaja a favor de los programas pagos.
Paso 6
Si hablamos de software antivirus, entonces es mejor no ahorrar en este tipo de programas. La práctica muestra que la protección de un sistema de mala calidad puede conducir no solo a fallas en su funcionamiento, sino también a la pérdida de información extremadamente importante y, a veces, incluso secreta.